Al mediodía de este jueves comenzaron los servicios fúnebres del agente de Migración Luis Alberto Olivas García, quien fue asesinado brutalmente a pedradas el pasado 27 de diciembre en un cerro de Samalayuca.
En las instalaciones de la funeraria Perches, sobre la avenida Adolfo López Mateos, compañeros del Instituto Nacional de Migración (INM) llegaron puntuales para rendirle homenaje. Muchos de ellos se abrazaban al reencontrarse, visiblemente conmovidos por la pérdida de quien fuera su colega durante 25 años.
Familiares del agente también acudieron al lugar, llevando flores y mensajes de despedida. Luis Alberto, de 45 años, recibiría al día siguiente un reconocimiento por su trayectoria en el INM, un gesto que ahora deja un vacío imposible de llenar entre sus seres queridos.
El servicio, que inició a las 12:00 horas, se convirtió en un emotivo tributo, donde la tristeza y el orgullo por su legado se mezclaron entre los presentes. La comunidad migratoria y sus colegas exigen justicia por este crimen que ha estremecido al sector.







